<< Nada Más Odio Que... >>

Nada más odio que los giles que me subrayan los textos que leo. Estoy hasta las bolas de falsas emociones literarias, definiciones marcadas como si fueran importantes, vernos limitados por las malas interpretaciones, o por lo menos subjetiva, de algín propietario anterior que penso seguramente: "mira que bien subrayo los textos, las generaciones futuras me lo agradeceran". No, mi vida, tendrías que matarte y así este mundo se libraria de, por lo menos, uno de sus males.
Lo peor es que a medida que uno va leyendo sufre una alteración en su lectura inoportuna, y peor aun si quien lo marco fue una de esas personas que piensan que lo esencial es todo el texto: Claro, por eso mejor subrayarlo el ochenta y nueve porciento y no dejarlo como está, dejando libres algunos ejemplos ,(¿acaso no son importantes?), y unos adjetivos, adverbios y conectores.
Entonces, ¿cómo tiene que leer uno los textos subrayados?. Debe agravar la voz, decirlo más despacio, hacer un gesto como de "agudizando los sentidos", o subir el tono de voz hasta que los vecinos llaman a la policia.
Este es mi pequeño esfuerzo para que la gente deje de subrayar. Hagan resumenes o mapas conceptuales, pero dejen el texto en paz. Si quieren remarcar algo, pásense un fibrón por la raya del...